Su pasión por el teatro lo llevó en los últimos años a crear esa sala de teatro, construida en la parte trasera de su casa de Bernal, la cual puso a disposición de amigos y otros actores y actrices. Allí se comprueba, una vez más, su don de señor, de buen compañero y el ser solidario que fue.
Alli fue la última vez que actuó. Presentó "El Acompañamiento", de Carlos Gorostiza, junto a Franklin Tomaselli, con la dirección de Rosita Rotman y la asistencia musical de su amigo Enzo Perugrini.
Fuimos muchos quienes tuvimos la posibilidad de actuar junto a él, de compartir escenarios y muchas horas de ensayo. Siempre alegre, sonriente y dispuesto a dar una mano si era necesario.
Se inició cantando. Hubo clásicos del teatro quilmeño, como Pic Nic, donde participó cantando tangos, pero a su vez, allí vio su lado actoral y con el correr de los años fue creciendo su pasión por el teatro y participó de numerosas obras.
Su partida es dolorosa para su familia y amigos, es lógico, pero les debe quedar la satisfacción y el orgulloo de que su paso por esta vida fue imporante, dejó una huella que será dificil de olvidar. Su imagen, su voz, sus actuaciones perdurarán en el tiempo en la memoria de cada uno de quienes compartieron su veta artìstica, y en los escenarios donde provocó tantas risas y donde logró tantos aplausos.
Queremos enviarles un saludo muy fuerte a sus amigos y familiares en este momento de tanto dolor.
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